Toni Arriaza

¡Dulce bastarda!

<!-- /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-parent:""; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";} @page Section1 {size:612.0pt 792.0pt; margin:70.85pt 3.0cm 70.85pt 3.0cm; mso-header-margin:36.0pt; mso-footer-margin:36.0pt; mso-paper-source:0;} div.Section1 {page:Section1;} -->

Ya no me pregustas como estoy,

Pues ni bien ni mal, tirando a regular.

Ya no me nombras con dulzura,

Ahora tus palabras en boca de locura.

 

Párteme por la mitad, me sobra vida,

Róbame la felicidad, alma impía,

Sega mi destino, cretina arpía,

Bésame con tus labios y déjame huella de cobardía.

 

Pacto con el diablo, sangre virginal,

De gargantas féminas, de carne por madurar.

Pentagrama a tiza, de símbolos para invocar,

Al más temible demonio, que se lleve mi pesar.

 

He vendido mi alma para no volar más,

Mis alas alquiladas, devueltas están,

Mas sin ellas aún puedo caminar,

No me arrastro ante nadie, si no puedo volar.

 

La maldición esta echada,

Ángel maldito, corazón de escarcha.

Púdrete en el abismo, zorra macabra

Baila entre llamas, sufre bastarda.

 

Ahora camino en libertad, respiro sin dificultad,

Agarrada de mi mano vas, mi dulce deidad.

Hay claros en el cielo, luna y serenidad,

De brillantes colgantes, estrellas de felicidad.

 

Oigo el piar de pájaros en soledad,

Oigo el cantar de sirenas en el mar,

Sonrío sin más, al ver tu alma incinerar,

Volar, vagar, sin ni siquiera vacilar.