Viajera universal

≈ ۞ Limpieza de energías ۞ ≈

Cuento: \"Limpieza de energías\"

La luna brillaba en la oscuridad del cielo, acompañada de infinitas estrellas, que iluminaban mi cara entre tantas tinieblas. Yo me encontraba en la cálida arena, frente a las olas del mar. 
-¿Podrán las ninfas y sirenas, observar el destello de luz que es mi alma, entre tanta inmensidad?- me pregunté, en soledad.
Observando el mar, decidí meterme en el, fundiendome en su paz y tranquilidad, dejando que barriera todo mal y negatividad. Sentía la necesidad de encontrarme con algún ser de la naturaleza, acuático -claro está- y que me enseñaran como en las aguas podían vivir. Me paré y una ráfaga de viento chocó contra mi cuerpo, lo cual me enfrío e hizo que cambiara de opinión. Volví a sentarme, congelada. Vestía un pantalón corto, y una remera musculosa, lo cual era bastante ridículo para la temperatura que hacía. Pero aun así las ganas de entrar en el mar seguían. De repente, un gran calor inundó cada partícula de mi ser, calentando mi cuerpo y enfriando mi objeción, pues me pare rápidamente, y comencé a caminar en dirección al mar. Me quite la ropa, dejándola en la arena, y me sumergí en el. Para mi gran sorpresa, el agua estaba tibia, casi caliente, aún cuando la temperatura dejaba bastante que desear. Fui adentrándome más y más, cuando pude apreciar al ser que tanto desee. Me sorprendí en demasía, pues me paralice, esperando a que éste hiciera algún movimiento. Era una mujer, o al menos eso parecía. Sus cabellos eran pelirrojos, y eran tan largos que le cubrían toda la espalda. Podía notar que no llevaba ropa alguna, pues su espalda hubiese estado al descubierto de no ser por su pelo. Ella se dio vuelta, acercándose a mi, y mientras lo hacía, me regaló una dulce mirada. Sus pechos quedaron al descubierto, y no parecía tener problema alguno con eso. Naturalmente lo tome como algo habitual, pues últimamente estaba llevando a cabo mi gran propósito de vida; domesticar a mi mente, librarla de todo lo impuesto durante todos mis años de vida, especialmente todo lo que se relaciona con la mujer. Podía sentir la magia del lugar, y como ésta estaba a gusto con mi presencia, me deje llevar por mis impulsos, por lo que le di un gran abrazo a la mujer al posarse delante mio. Una vez libre de mis brazos, le consulte armoniosamente:
-Eres un ser de la naturaleza, ¿verdad? ¿A que se debe tu presencia? 
-Antes que nada, me presento, me llamo Irma. Y realmente no importa de donde vengo, sino por qué. Estoy aquí pues tu me has llamado. La voz de tus deseos fue escuchada, y aquí estoy. Aunque mi tarea no es sólo complacerte, sino más bien vengo para ayudarte a purificarte. La luna llena de esta noche, nos incita a limpiar nuestro cuerpo de impureza alguna, y yo soy una enviada de ella, para ayudarte a cumplirlo. Por eso, te entrego en tus manos, esta bolsa en la cual se encuentran las herramientas necesarias para cumplir tu misión de este día, en este momento, aquí y ahora. Ábrela.- respondió ella, acomodándose sus cabellos que segundos atrás se encontraban despeinados tras el abrazo que le di.
Así lo hice. Tome la bolsa, y la abrí. En ella se encontraba un jabón con forma de estrella y hierbas esparcidas dentro de él, que se podían notar gracias al suave color naranja claro que éste tenia. También había algunas sales -al parecer marinas- y un collar color violeta claro, noté que detrás tenia un símbolo grande, y tres pequeños abajo. Éste tenia abrochado un papel. Tome la bolsa entre mi brazo, agarre la nota y la leí. Decía lo siguiente:
\"Te entrego lo justo y necesario para que tu cuerpo sea alterado, al limpiar tu cuerpo de energía negativa. En el día de hoy, tu cuerpo será purificado, gracias al jabón que usarás. Éste barrera de tu cuerpo cualquier impureza, junto con las sales que se encuentran en una bolsa más chiquita, de color azul. Y por último, el collar. Él te ayudara a reencontrarte con tu Diosa, pues como puedes observar, tiene tres pequeños símbolos debajo del más grande. Y estos representan la femineidad, la Madre Tierra, y el trisquel, que en la sabiduría celta significa el ciclo de la vida. Este último es en realidad un regalo, más que una herramienta necesaria, pues el símbolo grande arriba de los tres pequeños, es un pentáculo que te protegerá. También te obsequio este estante mágico, que estará colgado en el aire, así cuando llegue el momento del ritual, no tendrás problema para tener las cosas. No dejes que tu mente te espante, deja la razón de lado. No la necesitas para lograr esto, desatala, entiende y siente con el corazón. Utiliza tu regalo sabiamente, y acuérdate: para que te sea de utilidad, lo tienes que hacer hoy, sino el efecto mágico que tienen no servirá. Que te vaya bien, viajera de este tiempo, ya me despido, pues cuando termines de leer esto, ya no estaré a tu lado. Suerte, y un gusto conocerte\" 
Me quede mirando la hoja extrañada, así que levante la vista, para preguntarle el significado del final de la nota a Irma, pues estaba intrigada. Pero ella ya no estaba, lo cuál aclaro todas mis dudas. El mensaje era de ella, y tal como decia la nota, al terminar de leerla ya no se encontraría conmigo.
-El placer es mio, querida Irma. Te agradezco por el bello collar, por las sales y el jabón.- susurré observando el cielo, esperando que ella, desde el rincón del Universo en el que se encontrará, me escuchara. 
Coloque la bolsa en el estante, que colgaba en el aire, y tenía el aura color verde. \"Lo habrán hecho con mucho amor\" pensé. La sensación de calor seguía estando, y el mar se encontraba caliente, por lo que ayudó a que mi cuerpo se mantuviera en una agradable temperatura, logrando así que me sintiera bastante cómoda. Mi corazón decidió que era tiempo de comenzar la purificación, y así fue. Tome el jabón de la bolsa y lo sumergí en las aguas, haciendo el símbolo espiral dentro del mar, expresando mi alma la evolución que estaba teniendo en ese momento. Lo saqué y lo pasé por mi pecho, continuando los espirales por ahí, y luego en el resto de mi cuerpo. Una vez terminada esa fase, me metí adentro, limpiando con ayuda de mis manos (que todavía sostenían el jabón, para no perderlo) la espuma que había logrado al frotar el jabón en mi. Salí a flote, y lo guarde en la bolsa. Antes lo bese y le di las gracias. Tome las sales, y las esparcí en mi cabeza. Sentí como éstas iban bajando hasta llegar a mis pies. Note como dentro mio como todo se estaba renovando, eran una extraña pero agradable sensación. La bolsa que contenía las sales escapó de mis manos, cayendo en la profundidad del mar. \"Se fue nadando junto con las olas de libertad. Al igual que mi espíritu\" me dije para mis adentros, sonriendo. Cerré los ojos, y estuve un rato parada entre las aguas, sumida en mi silencio. Mi alma se emocionaba más y más a medida que el tiempo pasaba, me sentía limpia y fresca. Sabía que los bloqueos energéticos que tenía, ya no se encontraban en mi aura. Ahora podía plasmar el contenido de mi alma, pues el tiempo de introspección había finalizado. Lagrimas de alegría comenzaron a brotar de mis emocionados ojos. Comprendí cuan maravilloso era lo que me estaba ocurriendo, por lo que mire para arriba y agradecí.
Comencé a nadar por debajo del agua, como objetivo a la orilla. Fluí con el agua, sintiéndome parte de la misma. Imagine como una cola reemplazaba mis piernas, y como la libertad se metía en mis venas, corriendo con mi sangre. La misma que desprendía de mi todos los meses, haciéndome consciente de mi energía femenina. Llegué a la orilla, y toque mi cuello, como protegiéndome del frío que había vuelto a mi. Note que llevaba puesto el collar que me había regalado Irma. Quede atónita. No solo porque jamás me lo puse, sino porque de no ser porque misteriosamente éste estaba en mi, me lo había olvidado. \"¿Cómo apareció en mi cuello?\" exclame para mis adentros. Suspire. No lo sabía, y probablemente nunca lo hiciera. Simplemente confié en que así tuvo que pasar, que aunque fuera algo tan simple comparado con todo lo que oí, sentí y vi en ese día, tenía su divino misterio, y su propósito de Ser. Me vestí, y me recosté en la arena. La luna seguía brillando en el cielo, la mire con mucho amor.
-¿Dejarás de brillar alguna vez, abuela Luna? Espero que no lo hagas. Las estrellas te extrañarían.- susurré.
Cerré mis ojos, silenciando a mi mente. Minutos después me encontraba dormida.
FIN.
¿Fin?...
Si, fin. El fin de una etapa de mi vida.

                                                                                    Firma aViajera cósmica b