jordan alarcon

No te quiero por eso

Meditando en el amor que te tengo, descubrí que es bueno y es verdadero. Pero… ¿Por qué te amo así?


No te quiero por tu cuerpo que es bello, sensual y encantador. Aquel cuerpo que para ti es lo mismo que un chancho, para mi es la máxima expresión de la ternura ¡Como me gusta tu cuerpo!
Pero no, no te quiero por tu cuerpo.


Ayer mientras andaba por la ciudad, descubrí a dos amantes que se besaban de manera tan apasionada, inmediatamente (como siempre) llegaste a mi mente. ¡Que besos los tuyos! Valió de nada las mil mujeres que pasaron por mi boca, ninguna me hacía sentir esto: Que cuando me besas no hay mundo, no hay ojos mirando ni oídos escuchando, no prejuicios o pecado ni tu madre esperando
Pero, amor mío, no te quiero por tus besos


Me fascinan tus palabras que son duras y son suaves, a menudo sin sentido para mí, pero con todo un peso de significados para la niña que vive dentro de ti. Palabras bellas que pronuncian tus labios cuando me estas amando con tu boca o con tus manos; Frases que dichas a tu manera pueden llevarme hasta el último cielo a un lado de Dios o llevarme al mismo infierno con el popular Lucifer. ¿Cómo haces de mí mil sentimientos de manera tan radical?
Pero no, no son tus palabras por lo que te quiero.


Me bastan tu ternura y tus celos, tus mentiras y tus falsos juramentos. Cuando me mientes sin razón y dices cosas sin tentarte el corazón, cosas que duelen, osas que matan.
Te amo tanto cuando estoy odiándote por tus berrinches y caprichos, cuando tienes dolor de cabeza y maldices mi nombre y mi afán por tenerte a mi lado..
¿Qué pasa, no te bastan mis besos? ¿No te es suficiente mi amor?
¡Maldita sea!  ¡Yo he de estar loco! Porque me fascina tu egoísmo.
Pero no, no te amo por eso.


¿Entonces qué es? Si no es esto y no es aquello ¿Qué es?
Eres tú amor mío, porque es esto y es aquello pero puesto en ti.
Tus besos y amores completan a tus demonios, tus risas y alegrías simpatizan con tus tristezas y yo, preciosa mía, yo me completo contigo.