Beatriz Blanca

TIENES ALMA

A corazòn lleno quisiste florecer,

y como rosa pùrpura de terciopelo, emerger.

Mas la lonja cruel, de largas pùas armada

clavò en tu ser, espìna envenenada.

Desde entonces con tu angustia a solas,

añoras los profundos mares y sus olas;

como una estatua muda,

de piè sola y desnuda,

surcada asì por las sombras,

pasan tus dìas como alondras.

Recupèrate un instante: tienes alma,

que solloza muda y no se calma;

y a Dios ruègale por norma,

como ùnico refugio de tu alma.