boris gold

¿Y SI TE DIGO QUE SON OCHENTA?

Nunca me escribí un poema, pero hoy que cumplo ochenta…

                                                      me quiero dar ese permiso.

 

 He visto con estos ojos

pasar muchas primaveras,

son ochenta les confieso

y con ansias las conté.

En la escuela de la vida

aprendí muchas  materias,

hoy me manejo en “coche”

pero también…fui de a pié.

 

Pasé momentos de angustias

y de muchas alegrías,

conocí la “mishiadura

y mastiqué un duro pan.

Pero eso no me indujo

a torcer mi rumbo honesto,

nunca rifé mis principios

ni tampoco fui…un patán.

 

Jamás pagué por amores

ni tampoco por gauchadas,

las mujeres me han querido

pues las supe respetar.

Cuantas veces en la vía

y sin un mango en el bolsillo,

le ofrecí a un amigo el pecho

para que pueda llorar.

 

Estos son a grandes rasgos

semblanzas de un simple tipo,

que a la vida la ha peleado

sin aflojarle jamás.

Nunca aplaudí a los de arriba

comparto el dolor del de abajo,

y a veces hay que ir a menos

para poder…ir a más.

 

Tampoco quiero olvidarme

de algo muy importante,

y este momento es perfecto

para poderlo expresar.

La alegría que me embarga

por tener a mis afectos,

y agradecerles por todo

lo que me dieron…y dan.

 

Hoy ya más cerca del arpa

y en el debe de la vida,

un recuerdo al barrio pobre

y a ese ayer en el hoy.

Que le enseñó a ese pibe

a  ser derecho sin grupo,

y a una línea de conducta

que me muestra…como soy.

 

Ahora que ando despacio

pues los ochenta me pesan,

puedo ver cosas que antes

no supe o no pude ver.

La gente corre apurada

tras utopías inciertas,

se les fue el último bondi

y no lo pueden…creer.

 

Soy conciente de mi suerte

por lo que el cielo me ha dado,

a Doris mi novia eterna

mi noble ángel guardián.

Mis dos hijos tan queridos

y mi nieta regalona,

y ser un feliz poeta

que a Dios…le suele hablar.

 

Boris Gold (simplemente…un poeta)