Donaciano Bueno

El castellano y la mar

Campesino de Castilla,
agricultor castellano,
tu que paseando vas
dando pasos al compás
de esos chopos por la orilla
del Duero ¡qué maravilla!
¡y qué bonito en verano!

 

Mientras trabajando estás,
quitando yerbas a mano,
con los machos de la yunta
los surcos rectos trazando,
en la faena tu estás,
el agua baja soñando
y la tarde azul despunta.

 

Tu, incansable labrador,
recogiendo las cosechas
haga frio o haga calor
siempre presente en la brecha
austero y gran soñador
la tierra te da el sabor
que del sudor se aprovecha.

 

Labriego, en tu caminar,
incansable trashumante,
no mas sigas adelante
para un rato a descansar,
súbete a tu rocinante,
lanza tu vista adelante
hasta divisar el mar.

 

Castilla tiene castillos
pero no tiene una mar,
ponte pues a imaginar
que es una tierra baldía
que tienes que cultivar
y comienza ya a pensar
las semillas que pondrías.

 

Marino de la meseta
un bajel te has de comprar
para el futuro en la estepa
aprender a navegar
¡qué linda está la ribera,
qué bonito que es pensar
que el campo es la mar serena
¡quién te impide a ti soñar!.