Esta historia tiene principio pero no tiene final,
porque no se escribió para contada,
sólo fue un accidente que se conocieran
que se amaran apasionadamente,
que sufrieran y que lloraran,
por un amor que muchos estorbaron a los dos.
La vida tiene recovecos y en uno de ellos
nació el amor y se dieron muchos besos
y se dieron la vida entera en promesas de amor,
sus nombres en la arena se escribieron,
vinieron las olas y los borro,
y así murió el amor.
Esta historia de amor terminó antes de ser contada.
Se fue el amor entre las olas y en los riscos se deshizo,
no quedó nada que escribir de este amor,
el mar se tragó los besos y el sol los resecó,
la luna los vio perderse en el horizonte...,
cada uno con el alma rota de dos que se amaron tanto,
que el cielo se estremeció al escuchar su llanto,
las nubes que eran blancas, de color cambiaron,
y vieron con tristeza que el amor se lo tragó el mar.
De esta historia no se ha escrito el final
porque las almas se buscan para amarse.
Dicen, los que a la orilla del mar se pasean,
que se escucha llorar debajo del mar,
que son las almas que se buscan para seguir amándose
la luna no brilla aquel día cerro sus ojos,
el sol se oculta y baja la mirada, se va muy triste:
él vio cuánto se amaban,
la arena se niega a recibir el amor de los enamorados,
piensa que igual pasara y que en el mar se ahogaran los amores,
el mar guarda el misterio de dos vidas que se amaron,
y el final todavía no está escrito,
porque cuando estas almas se encuentren
se van a seguir amando,
para que tenga una vida feliz,
Si no es en la tierra, será en cielo.
Es la historia de un amor de dos enamorados,
que en el mar dejaron vidas, para seguirse amando
(En el mar están los secretos de dos que se amaron)
Alicia Pérez Hernández
-No es la pluma la que escribe es el alma-