Donaciano Bueno

Cotopaxi

Egregio, insigne, real, omnipresente,

blanco de cresta, gallito de pelea

que guardas mil experiencias en tu vientre,

erguida aguerrida tu mirada al frente

en la que el mundo con envidia se recrea.

 

Tu belleza se percibe en el ambiente,

cuelga fantasías tu hermosa cabellera

provocando admiraciones de la gente,

el misterio, la emoción  están presentes

la vida corre en la sangre de tus venas.

 

Cotopaxi eres, testigo impenitente

de lucha de titanes, míticos bribones,

batallas que a nadie deja indiferente,

de espías, contrabandistas y ladrones,

nobles hazañas de reyes e indigentes.

 

Con Pichincha, Sangay y otros hermanos

Tumburahua, Antisana y Chimborazo,

vuestras figuras inundan el paisaje,

siempre pendientes de enviar algún mensaje,

y muy orgullosos de ser ecuatorianos.