Winda

MEDITACIONES

MEDITACIONES

 

Esta mañana al despertar, observé a mi alrededor y me puse a meditar...Me cuestioné porque los seres humanos somos tan impredecibles, porqué nos empeñamos en vivir inmersos en los laberintos del cotidiano existir. Si tan solo tratasemos de disfrutar una molécula de toda la belleza y todas las bondades que nos ha dado la vida, quizá alcanzariamos a sublimar a nuestra alma, tal vez si fuesemos menos egoistas y demostraramos un poquito de amor a nuestros semejantes, el mundo estaría más unido y habría mas igualdad entre razas y clases sociales, si no nos empeñaramos en querer ser siempre seres superiores a otros, las guerras no existirían. Pero la raza humana es tan peculiar que siempre está empeñada por salir de ninguna parte pretendiendo llegar a ningún lado. Y así, en mi incesante búsqueda de las respuestas que me hicieran a la vida comprender, me di cuenta que ser feliz  resultaría tan fácil, si cada mañana me propusiera como meta diaria a disfrutar la vida con sus altas y sus bajas, así como inhalar el perfume de las flores, observar el vuelo de las mariposas y las aves que vuelan en libertad, agradecer la sonrisa de los niños que son felices por el solo hecho de disfrutar sus juegos, dejarme acariciar por la tenue brisa, y sobre todo dar gracias a la misma vida porque cuento con dos ojos para observar la belleza de las cosas, con dos manos que me permiten tocar, una boca con la que puedo articular palabras que me permiten agradecer a Dios por esta vida, dos pies que me permiten caminar para llegar a la meta que me permita alcanzar mi felicidad, dos oidos que me dejan escuchar los sonidos suaves de la músicalidad del viento y así en mi meditación profunda me convencí que este día, si, por lo menos este día voy a estar agradecida con las cosas que me ha dado la vida, solo por este día quiero ser feliz.

 Y en este encuentro con el fondo de mi alma, con mi yo interno, dí rienda suelta a...