Desnuda entre sabanas 
brillantes y alhajas 
la blanca y tersa piel 
de mi dulce Anabel
Jugamos juntos entre luces 
desnudos debajo del lugar 
donde sonríe con dulces roces 
al sus sueños devorar 
Sus piernas se entre abren 
permitiéndome mirar 
que sus delicados dedos caben 
en ese mítico umbral 
Sus dedos mi alma frotan 
hasta el punto de explotar 
sus carnosos labios afrontan 
la explosión para saborear