Kabalcanty

Embelesados mirĂ¡bamos el destino.....

Embelesados mirábamos el destino,

un juego sencillo que amanecía constante

como una esperanza seductora.

Al alcance, se velaba y desvelaba

entre un silbido melódico de viento

y un aroma reciente de mar.

Asentimos y dimos dos pasos

tumultuosos, atronadores, audaces,

resonando entre el paisaje

hasta sacudirlo con levedad.

En seguida se escuchó un portazo

y cuatro vueltas de llave

apresuradas.

 

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