Darío Ernesto

Estación sin nombre

Nuestras almas,tan  propias, turbulentas

las he visto,

sí, las he, acariciado

sin apodos,sin nombres propios 

que yo sepa o desconozca.

Me dicen las letras,

acumuladas y desgastadas

biografías extensas, sin lágrima,sin ternura

cada deslumbrante alma,viva o muerta

inexsistente ante mí, a mis oídos

es como una estacion sin nombre

del viaje a la muerte, chasqui de la vida

haciendo de emisario.

Almas que retuercen las manos

¡Que suspiran en soledad!

Llenas de imsomnios, atestadas de ruidos

ensordesedores, almas,

sin piel,desolladas

de sus hijos.

Sin la pálida idea  de por qué transitan

sin destino,almas,

¡Oh mis almas,reunidas!

congregadas, en festejos efímeros, con melodías vacias

sin canto en sus verdades.

Almas,embriagadas,de sus exitismos y vanaglorias.

todas cabalgan sobre un jinete,

pálido de la muerte

prefiguradas,en la presciencia

de la fuente de sus vidas.

Almas descalzas,desnudas,sin cobijo

diminutas y torpes

luchando con los embates, los designios

almas en batallas ignorantes, dementes dezquiciadas,

almas,poetas, almas deprimidas

almas migratorias,escapando de las cosas mundanas.

En este viaje,de la estrella llamada tierra,

translacion  y rotacion,

mi alma,tu alma viajan

hacia una estación sin nombre,

Divina estacion, de energía dinámica,fuente de todo

el origen de cada cosa que existe.