pfleta

Primavera de invierno.

 

Llegó raudo, casi sin darnos cuenta,

  escapando del ardor estival,

cabalgando entre un octubre fugaz

y un noviembre que nos abre la puerta.

 

Llegó sereno, con aires del norte,

cubierto de nubes algodonadas,

vertiendo sobre la sedienta tierra,

lágrimas dulces de maná del cielo.

 

Llegó soplando sobre viejas hojas,

zarandeándolas, hasta arrancarlas

en imprevisto e inevitable vuelo;

fatalmente, hasta alfombrar el suelo.

 

Llegó como primavera sonriente,

anunciando su presencia a las aves,

 prolongando un sofoco decreciente;

llegó tarde, matizando el paisaje.

 

Sin aviso, arribó el maduro otoño,

regalando inspiración al poeta;

menguando el día, alargando el sueño,

con su breve primavera de invierno.

 

20 de octubre de 2013

Pau Fleta