Donaciano Bueno

La vida me ha dado

La vida me ha dado a mi
el poder de discernir, qué debo hacer, si esto es bueno o esto es malo,
la inquietud por conocer, para intentar descubrir lo divino y lo humano
y entre conflictos y dudas, aspirar a deshacer a este nudo gordiano.
y asi aprender a vivir.

 

La vida me ha dado a mi
mucho más que le pedí: un hogar, una mujer y unos hijos,
todos ellos por igual, cada uno es cada cual, cada cual en su escondrijo,
de todos gozar de amor y además de su cobijo
y en su corazón latir.

 

La vida me ha dado a mi
la fuerza del frenesí, disfrutando de la paz, gozando de la belleza,
un canto, alguna riqueza, un éxito por aquí y en tanto alguna proeza,
el cielo, el mar siempre azul, la madre naturaleza
¿no vale esto un potosí?

 

La vida me ha dado a mi
el placer por escribir, mesa camilla, un papel, una pluma y un tintero,
la luz tenue de un candil y bajo las faldas de aquella mesa el brasero,
el ingenio para volar recorriendo el mundo entero
¡qué más le puedo pedir!

 

La vida me ha dado a mi
mucho más que yo le dí, la emoción, la ilusión y la esperanza,
raudo para navegar y pronto para llegar donde la realidad no alcanza,
ahora es el dulce soñar o el poder de disfrutar del placer de una pitanza
¡cómo me puedo aburrir!.

 

La vida me ha dado a mi
fuerza para seducir, el poder de la amistad, el amor a los humanos,
a todos por igual querer, a los niños inocentes, a todos nuestros hermanos,
budistas, cristianos, sin distinción, mahometanos o aun paganos
¡y antetodo a sonreir!