a. santas

con la lluvia

con la lluvia surgiste, de repente,

me pediste otra vez una moneda,

y te fuiste rabiosa, cual quien queda

mal con todos a causa de un ardiente

deseo de marchar a la caliente

casa de cartón que si te acepta.

no me diste un beso, de incorrecta,

te fundiste en el agua de indecente.

en mientras tu embarazo se te crece,

te sabes deseada y el celoso

no te deja mirar y se merece

todo aquello que ocurre por ser soso.

te sientes deseada y cagas heces

sobre aquel que pudiera ser tu oso.