bakunin68

Autobio I

Nací rojo-sandía.

En rebeldía, (quiero decir).

Mi maestro Don JUAN

(que en la Gloría estará),

con 12 años me obligó

(sí me obligó),

a leer el Cantar del mío Cid

en castellano antiguo.

(Infumable).

Mientras otros lo leían

yo fumaba

cigarrillos sueltos a peseta.

 

Me salvó de la monotonía

un andaluz de Jaén,

hijo del comisario MÁRTINEZ

y de la ama de casa SABINA.

Me gustó su mal-canto, su voz ronca,

su buena rima y una rebeldía,

casi-casi como la mía.

 

Poco a poco el triciclo de mi niñez

se quedó sin frenos.

Cuesta abajo,

(y sin frenos y con 20 años),

un cartero, (que no conocía a NERUDA),

me dio una carta.

Querían vestirme de verde-oliva

y Yo; Yo era rojo-sandía.

 

Con pié y medio en la cárcel

me salvó un milagro,

y no visité la mazmorra fría.

Mis manos no tocaron un fusil.

Mis manos sí tocaron otras manos,

y un lápiz, y una goma y un sacapuntas

para sacarle punta a penas y alegrías. 

 

Y ahora en este presente en crisis,

en este presente imperfecto,

oposito para tener una plaza

de juntador de palabras.

 

LEUGIM PACAND