Bernardo Bosquez Minjares

Un suicidio poetico.

La corte celestina acallo de pronto y en la noche, triste noche, los ángeles se desplomaron en dolor a su partida, y mi corazon desgarrado pinto con tanta angustia la noche sin estrellas, y la luna sola en su inmensa soledad, se postro ante una tierra amarga, tan amarga que la luna salio de si para morir, y cuanto la envidio aquel que por palabras escribe montones, por que ella podía y el no. El que celoso de la luna se arrecholo bajo el cielo oscuro que pinto, no encontraba motivos mas para seguir, la luna había muerto y el sol no quería salir, la luna lo había abandonado y la tierra amarga tan amarga como el cielo que pinto, ahora lloraba lagrimas de soledad, lagrimas de dolor, por que el poeta, estaba solo en ella, tan solo como el oscuro cielo, que ahora sin luna mas que oscuro le parecía tan triste, y cuan gris se mancho mi espíritu en aquella tierra que tan amarga lucia por no tener ni luna ni sol, y la vida en ella no floreció, y la muerte disipo su luto por doquier y en aquella apartada tierra donde amarga, tan amarga era la noche, el triste escritor se ahorco en la sombra, por que fue cobarde tan cobarde, que no supo seguir sin la luna.