nuestros pasos embarcaron juntos en
la vereda de un rio donde el destino se a fugado con el tiempo,
y la melancolía dispersa en el aire penetra en el olfato de un alma triste.
la brisa del viento juega con tus melenas nocturna,
dormidas sobre tu espalda, tierna y frágil,
como un arte en vidrio y yo el artista que a menguado.
bailan con tanta gracia que mis ojos les acompañan
sonriendo con el ultimo brillo de vida que han reservado para una muerte feliz.
tus mejillas sonrosadas por los rayos de la luna diurna
dejan ver en claro la mascara que oculta una verdad que mis sentimientos saben pero no quieren ver.
tengo que dejarte ir,
el camino agota tus fuerzas
y tu cobardía que a mi me ase feliz
va borrando sonrisas sinceras que no volveran a vivir.
no quiere tenerte ya conmigo,
ni tu aliento, ni tu dulce mirada,
sigue la vereda que te aparte de mi
nada has hecho mal,
fui yo el que dejo entrar en mis ojos
lo que nunca un cobarde dejaría entrar,
la sombra de un alma triste que se hace llamar VERDAD.