Santi Piedra

País del sagrado corazón

 

País sin corazón, sin sentimientos.

Es tanto el resentimiento

y tantos los años de opresión

que con el paso del tiempo

nos hemos vuelto inmunes al terror.

Son tanto los llantos,

tantos los lamentos.

 

Un grito suplicante

silenciado por el poder y el dinero,

personajes que encarnan al mal

reencarnan cada día

destruyendo las ilusiones

de aquellos que aún

sueñan y tienen conciencia. 


No hay fuerzas

para poner un alto en el camino,

la sangre fluye sin tapón

ante risas oligarcas llenas de codicia,

aves rapaces

que se pasan el poder año a año

prometiendo paz

con la espada en la mano.

 

Campesinos hacinados en las ciudades,

reviviendo un pasado iterativo

cuan coro de carrilera,

satíricos acontecimientos,

donde ya, convertidos en caníbales,

podríamos ver un futuro prospero

pero tenemos la mirada nublada con pólvora,

condenados a vivir encadenados

a un terror que nos persigue

pero nadie enfrenta.