SONORO

Concurso de poesía

CONCURSO DE POESÍA

Me gustan los concursos de poesía,

la calidez del local, el público,

la música misteriosa de las flautas amorosas,

el gesto dubitativo y tierno de los poetas,

de ellos y de ellas.

Me gusta la diversidad de sus voces y la edad,

todos aquí presentes por una casualidad.

Me apiado de las dudas del jurado,

porque adivinan la soledad que germina

en el poema acabado de la hoja yerta.

Me gustan los concursos por el estremecimiento,

por el pálpito que se atropella en las venas,

por la hoja que vibra en la mano, en la lectura,

por el pulso que se altera,

por los ojos amorosos, por sus perlas,

por el rubor, nunca ensayado.

Y  también por los errantes poetas invitados

que acuden desde el infinito al concierto de los sueños,

que acuden quizás desde dentro de mí, sin yo quererlo,

Federico, Neruda, Alberti,

Benedetti, Gloria Fuertes, Rosalía,

que acuden a la llamada de la oración de los versos,

y se quedan.

También me gustan sus silencios,

me gusta el silencio que alumbra la voz,

la voz que alcanza el cielo en su queja

su diversidad que clama, que arrulla, que truena,

¡Oh  flores de azahar, guirnaldas, semillas nuevas,

¡Oh  fruto de soledad, palabras o serpentinas, saetas,

ensartando corazones germinando primaveras.

Me gustan los concursos de poesía, su tempo la cadencia,

el aplauso  generoso del público sin igual

y los flashes del final.