Alberto Moll

Nuestros pequeños

 

El lago sosegado

que fue nuestro querido

nido

vibra hoy alborotado

en bullicios fogosos:

pueriles voceríos candorosos.

 

Criaturas inocentes,

de amorosos minutos

frutos,

iluminan lucientes

el hoy de nuestra vida

con su tierna mirada agradecida.

 

Temor y amor fundidos 

en nuestra balbuciente

mente

bullen entretejidos

por su ahora y su mañana:

un devenir que el ciego azar desgrana.

 

Mas en estos instantes

de alegres y soleados

prados,

gocemos los fragantes

aromas que rezuma

una felicidad que ya se esfuma.