evaprestes

Te perdí una tarde

Y te perdí una tarde...

mientras las nubes se descolgaban en jirones

desde un cielo empenachado de rubores.

Mientras la pena era una niña caprichosa

jugando a solas entre los escombros del amor.

 

Y te perdí una tarde...

mientras el sol agonizaba lentamente

detrás de un horizonte ensombrecido,

la esperanza era una nave a la deriva

entre las aguas tumultuosas de la vida

y los sueños, cual náufragos heridos,

flotaban maltrechos, agónicos, vencidos.

 

Y te perdí una tarde...

mientras las plantas de hojas polvorientas

extendían sus ramas suplicando la lluvia,

la hiel de la razón se adueñaba de tus ojos

y en los surcos abiertos en la tierra sedienta

se perdían los recuerdos en forma de lágrimas.

Te perdí una tarde... para siempre.*