julian1983

Aullido

Desterrado encuentra con su olfato

que aún las cicatrices de viejas batallas

no le evitarán sentir nuevas heridas,

y aunque su vieja piel se ha remendado,

aunque ataque con firmeza y agallas,

el beso violento puede nuevamente abrirlas.

 

Cauteloso se acerca y observa,

su olfato no puede fallar.

Encuentra su destino tan cerca,

y en su victoria vida eterna,

cómo quisiera adorar,

anhelada y codiciada Helena.

 

Entre pensamientos más humanos que animales,

y aunque todos sus sentidos en alerta,

no evita el descuido y sus males,

bien intencionalmente o por torpeza,

un ruido suave y brota sangre.

 

Una nueva cicatriz su pecho guarda,

y en ella sangre y esta cruda historia,

que aunque al recordarla duela y arda,

a la luna canta cada noche su perdida gloria.