claudio ramirez vasquez

CONVERSANDO

Sentí la nostalgia de mi Neiva

al embarcarme en mi humilde canoa

convertido en un Ente de la proa

respiraba el aroma de la ceiba.


En el Desierto de la Tatacoa

Me dió la bienvenida un danzante

Me internó en el Museo de los Amantes

y Me entregó la magia de la Coa.


Como nuevo Mensajero visitante

conversé con Nifas Petrificadas,

Divas caprichosas Fosilizadas

y, rostros cristalinos de amantes.

Al despedirme de ese eterno instante

Mi interlocutor un Granito de Arena

escucho los detalles de mis penas

y Me dijo: \" Los Poetas versan de Ellas,

a pesar de que el tiempo las resella

la disuelve el Rio Magdalena.

 

                           Claudio