Gustavo Demelier

A ti te debo

                                    A Thabatta, estos versos.


A ti te debo el verso que escribo,

a llanto, puño y letra,

a ti te debo toda duda, todo desvarío,

todo sentimiento que en mi penetra.

 

Te debo el tiempo que dormí

y las horas que despierto estuve,

los días que sentí morir

y las sendas por donde triste anduve.

 

La flor de los jardines que he arrancado,

y la brisa de los veranos idos,

el árbol que en otoño deshojado

y el silencio sepulcral de mi triste vacío.

 

Te debo el sol de la tarde,

la voz de cristal que se quiebra,

te debo el fuego que arde

y el rocío de campo e hiedra.

 

La voz del hombre que grita

de aquel que medita y reposa,

te debo lo que se da y se quita,

te debo una y mil cosas.