Donaciano Bueno

La vida es bella

Este que lo es de estos versos el sujeto,
humilde caminante, incansable aventurero,
va desandando poco a poco su sendero,
tantas veces acelerado, siempre inquieto.

En su intenso peregrinar por el camino,
ha visto amarillas las hojas otoñales,
olorosas ramas de eucalipto, los rosales,
y ha sido doloroso de espinas su destino.

Caminante, errante sin hogar, audaz viajero,
deambulando desnudo en la senda de la vida
entre zarzas, malezas, jaral ¡yemas heridas!
adornado su penar de algún amor sincero.

Ahora su corazón galopa entre la niebla
-llora en la noche tenebrosa sus tormentas,
las ilusiones todas aparecen muertas-.
¡Ojo, que le están acechando las tinieblas!

Caminante en tu camino no debes olvidar
que en el cielo lindas resplandecen las estrellas,
que nuestro itinerario es un mero transitar,
queda mucho por andar y que ¡la vida es bella!.

©donaciano bueno