Cuando oyes el viento y no te gusta lo que oyes,
no hay nada que pueda cambiar eso,
el sonido es tan desconocido a pesar de que intuimos su origen.
Pero sin embargo, mas allá de nosotros mismos
repasamos con detalle su orientación.
No hay razones que jueguen a la credibilidad con el pensamiento,
es más las cosas se suceden a veces sin dar aviso
y nos quedamos en los fuertes del tiempo observando
como aves la oscura noche que con sus sonidos de madera
y sus cantos de piedra rompen a ratos el majestuoso silencio.
El viento ha dañado ininterrumpidamente los hechos,
las palabras, los dichos y hasta los símbolos y desgastado
como el agua los arrecifes, como el sol el verde pasto,
como las miradas mi espacio. Y aún en las profundidades del cielo
cada nota escrita por los pájaros han sido imposibles de armonizar.
No puedo recorrer el tiempo sin un vehículo y sin tu compañía.