d.soto

corazón de piedra

cierta ocasión

Descubrí de repente

Salí de mi casa a la avenida

Preguntando a mí

si amor ya no había

y en la ruta de mi camino 

Podre encontrar cosas buenas

Con una impresión entristecida

Que la gente con rostros vacios

Corazones duros

Eran suplantados 

Por resentimientos de cólera y de ira

 

En qué momento falleció el amor?

Quien lo habrá matado?

Si algo en mi murió

Fue la idea de ser amado

Tuve que quitarme la mordaz

y la maldita venda

Para poder mirar 

Corazones rotos y miradas inciertas

no cabe duda que en la desdicha amarga

la muerte nos llama

a portar eslabones de una maldita condena

 

y ya cansado de mi camino 

me senté en un asiento frio

Viendo jugar a unos niños

quizá del todo el día

que anduve con una cara profana 

vino a mí una flor llamada Anna

que entre sus manos me enseño un jazmín

y yo algo serio y ella lozana le recibí la flor

 

y ahí comprendí muchas cosas

que la belleza de la vida

no consiste en necesidades tontas

si no en la simplicidad de la vida

como ver la aurora

o el alba que es hermosa

o el trinar del ave

que nos despierta 

al comienza del día

 

después de mi paseo por lima

solo entendí una cosa

que somos carceleros 

de nuestra propia agonía