Tinta de Sangre

Te debo

Te debo mi voz,

el principio de la penumbra

cuando la piel revelada,

el contemplar el poema

de ser tu costado,

las cerradas ventanas,

el envolverte y besarte,

los secretos de perseguirte

por tu cuerpo y que te sepas mía,

 

te debo mis labios,

el silencio que me afirma a ti,

el vibrar y temblar hasta romper,

el afán de agotar tus reservas,

el llorar e invitarte al llanto

cuando esparcidos uno en el otro,

cuando sueltos y liberados,

 

te debo el hombre que sin querer te ame,

que no quiera tus pájaros sino ser tu causa,

que en los aires te encuentre

por donde quiera que vayas,

el momento inoportuno de reir,

la caída imprevista al descubrir,

la mano tendida robándote una mano,

te debo el ahora y el jamás me iré,

y el sueño que alguna vez tus puertas abiertas

confiaron conquistar,

 

te debo una mirada juntos frente al mar,

empezar otra mañana,

desnudar el alma aventurando a los árboles,

la realidad fugitica escapando de los colores,

la lenta nostalgia de un café donde estabas,

la fragancia de una rosa como vaga huella,

el ansia cual estrella y la madera más pulida,

de mirarte tanto soñando que te miraba,

imaginando que eres el amor de mi vida,

 

te debo un quizá al abrigo de tus párpados,

un papel prometido al tiempo,

una llegada que me haga dentro,

un ocaso en gracia de dos,

te debo un amor desnudo sin ser amante,

la memoria de mis manos en los extremos,

el caudal de tus manos cuando me busques,

te debo el paisaje de la distancia,

te debo un cielo que se quiebre sin preguntas,

te debo la ternura de mirarme en ti, y tú, enamorada,

 

te debo la quietud del pleno goce,

hacernos el amor esta noche y no decir nada,

¡tan sólo entregarme!

 

T de S

MRGC