lonely claus

Sombras de gente rota...

Al finalizar el alba seré la calma sin balas, sobre las tardes sombras de gente rota.

Cuando la lluvia explote en tus mejillas, seré el arcoíris de mezclilla regresando la comida.

Si por enero me ves sincero, es porque he aprendido que yo primero, luego lo segundo y después lo tercero. Que el mundo es bueno, y sí, algunos tienen el corazón de acero y otros deberían recargarse virtualmente la mente.

Pequeñas maravillas rojas danzando entre las lilas de la plazuela, avenida, señales de entrada y salida, voy de regreso a los dieciséis, pero esta vez en el punto correcto.

Voy con la neblina ahumando la avenida, los dedos cada vez más largos y la falta de motivo de sonrisas.

 ¡Oh Dios! Dame días largos para llegar al sol. 
Gracias por traer mis ganas de querer, de poder querer, de saber querer… Poder saber y maquinar la ausencia, para entender que todo lo que toco, miro y respiro a veces, casi siempre… Lo suelo perder.