Tony Obando

Amnesia

Líbrame quien seas de olvidar,

de ese escalofrío tremendo

 de caminar vacío y  sin recuerdos

en medio de la tregua inútil

y voraz del existir y el no existir.

Comprende tú que soy lágrima

y sonrisa etérea de  mi madre,

el aliento divino que de su alma

persiste solaz en este mundo.

Comprende tú que soy el andar

despacio y firme de mi padre,

su zapato, el que aún tropieza

errante  entre piedras y la gente.

Líbrame quien seas de olvidar

que he amado y que he sufrido,

que bajo la radiante luz de marzo

compartí unos cuantos silencios

con la sinfónica sombra de algún

guanacaste viejo y desafiante.

Líbrame quien seas de olvidar,

aún cuando me olviden,

aún cuando me olvides.