David Enrique Gómez Cáceres

TE ESPERO

Con la necesidad del desierto

cuya dermis se agrieta

a falta de brisa en su cimiento.

 

Con la serenidad sercenada

de las cumbres de las montañas

por ese viento helado que araña

sus rocas con furia dentada.

 

Con las sombras que agonizan

por la flama que encrespa y eriza

cuando en la piel se desliza.

 

Con la penuria que encumbra

de cada nueva arribada

el sol que calcinante relumbra

al corazón que aprieta.

 

Con el frenesí que secretan

las carencias provinientes

del que un encuentro presiente.

 

Con el apuro del que sabe

que lleva en su cuerpo la llave

que prende la ilusión y las ganas

de pieles tersas y lozanas.

 

Te espero quimera, ¡me sientes!

espero que vuelvas y tientes

a mis ansias clavando tus dientes.

 

Por: David Caceres

       Managua, Nicaragua.