ivan rueda

MI DESEO

 

Fue mi deseo

tormenta de fuego

que auscultaba al cielo

en rojo vivo,

huracán de halcones

que buscaba

las palomas azules

de tus venas,

los cisnes escarlatas

de tus labios

para crear

un alud de sangre enamorada.

No entendía mis espejos

sin tus ojos en su entraña,

no entendía mi camino

sin tu brújula,

sin tus huellas,

sin la vela de tu boca,

beso de pan para mi hambre.

Te deseaba

desde lo alto de mi vigía

hasta lo más profundo de mis sueños.

Eras altar y cáliz,

barco y puerto,

eras mi única verdad reconocida,

y yo, prófugo del tiempo,

vislumbraba en ti la eternidad.

Inútil combate mi deseo

porque nada se puede contra el olvido,

negritud perpetua

que apaga toda luz,

fosa oscura

donde el nombre allí caído

jamás vuelve a pronunciarse.

Tu amor lo envolviste en una ola

que no alcanzó

a liberar su espuma en una playa.

Ahora, mi deseo es gaviota lejana

que vuela hacia el crepúsculo

para no volver jamás de la noche.