Piel Salvaje

Desde Lejos

Me pregunto cuantos besos caben en tus labios?, interrogo mis manos para saber cuantas caricias estarían dispuestas a darte.


Y es cuando escucho una respuesta atónita que susurra una eternidad rozando el dulce sabor de tu piel, conjugando las aberturas sublimes al mundo de ensueño que construye mi mente, cada que la brisa de la noche trae el recuerdo de tus palabras al presente. Que se cuelan por mi ventana, y mi fantasía hace un grito de silencio explicando que muere por tus besos y el deseo de tenerte.


Esos besos que congelan los latidos de tu corazón en cada respiro de tus líricos versos, y deseo con todas mis fuerzas encerrarlos en un cofre de hierro, para tácitamente tenerlos entre mis dedos. Sé que suena egoísta y cruel, pero son los delirios de mis entrañas que no soportan la idea de tenerte lejos, y mi vientre convulsiona desgarrando sus deseos en fluidos violentos en otro lugar de mi cuerpo. Pateando la necesidad de poseerte. Y es cuando procuro un rebote pero mi memoria me crucifica en el intento.


Y regresan los murmullos en silbidos de la luna que prometen estampar mis besos en tu espalda toda la vida. Recuerdo que no te veo, y los respiros fatigados de la noche me dicen en el viento que una estrella fugaz pasará por tu ventana y te dirá lo mucho que te pienso, cada vez que al despertar me sientas como yo te siento.