Celina Vautier

MelancolĂ­a

Una sombra me envuelve y me traspasa.

Con mil agujas me hiere y me envenena.

Pero no muero. Me deja agonizando,

un dolor en el pecho, un llanto que me ahoga,

el aire que me falta, mi mirada se enturbia.

Yo quisiera morir, pero no puedo.

La vida es tirana, no quiere abandonarme.

Y yo no sé siquiera si quiero que me deje

porque el dolor de amar es un dulce dolor.

 

Tu recuerdo me hiere con su gozo maldito

y florecen mis manos en caricias sin rumbo.

Mis brazos te rodean en abrazo vacío

Y se abre mi boca hambrienta de tu boca.

Te presiente mi piel y se eriza de frío.

No estás, no estás, fantasma del deseo.

Has dejado mi cuerpo arropado de olvido.

 

                                   Celina Vautier