Angel Mejia Mendoza

SUEÑO

 

 

Tu semblante me mira de frente, me sumerge en tus ojos cafés,

En su ternura, en su inquieta serenidad,

Son tus ojos los que guían todo aquello que me alcanza.

 

Si alguna vez desearon ser diferentes,

¿Qué se yo? tal vez, color azul cristal.

Como un mar basto de ilusiones reflejando como espejo através tu alma,

La que me engulle y me atrapa, la que me oprime fuerte a tu ser.

 

Eres tan hermosa como el cielo en una noche llena de estrellas,

Noche en que tus labios son solo acariciados por el viento y su dulzura se resbala entre tu boca.

¿Qué se yo?, tal vez, sabor a fresa.

Noche como esa, en la que nadie sabe cuánta tristeza

Esconde una lágrima y solo la luna brilla entre tus pasos acompañando la penumbre.

No puedo evitar escuchar una voz decir tu nombre,

desde ese lugar que solamente es tuyo.

 

Estaría dispuesto a atar la luna y girarla solamente para ti.

Pero tú no estás cerca, mis latidos se van perdiendo al querer encontrarte...

Muero al saber que te sé, mas no puedo tocarte.

 

El amor es simplemente amar.

 

Es un suspiro llevado a una caricia,

Que despoja todas aquellas envolturas que encubren tu cuerpo…

Es un roce a tu figura a orillas de tu pelo,

A tu larga cabellera que en aromas vestían.

¿Qué se yo?, tal vez, la fragancia del encanto de los días.

 

Existen cosas tan hermosas que duran un instante, solo un parpadeo, un sueño,  la vida por ejemplo.

 

Como el viento encuentra al mar,

Provocando tenue brisa que acaricia las olas,

Las envuelve en su efímero final,

Segundos interminables de cúspide y caída.

 

¿Qué puedo saber yo de ti o de nada?

Si tan solo vives en mis sueños, en los que más temo despertar.