Sara (Bar literario)

De un álbum en una mesa de noche.

Hace poco,hace siglos.

Y no me queda rito para seguir viviendo.

Alcanzar el sueño que se quedó perdido

en una cafetería, entre el café y una sonrisa

la cuenta redoblaba su miseria en mi bolsillo. 

Café pedí y el viento me amasó la garganta.

 

Quiero llegar a mí y no puedo

nunca estuve, siempre he sido...

Si pudiera, nacería de mí misma

y me arrullaría

con la voz que tenía

cuando jugaba a las escondidas.

 

Ave María, llama a la niña

dale una hostia y no le digas

no le digas

que el agua bendita

también sirve para el té.

 

Besé mis labios, a conciencia

me peiné el cabello

me hice una trenza

pinté mis labios

y estuve segura que así tampoco

la foto en sepia se acordaría de mí.

 

Mí: se sabe que no tenemos insomnio

Esta silueta se recuesta en mi cama

se fuma un cigarro

se abre de piernas

y se frota, brota, rota

el demonio del amor 

que castigo con mi sed.

 

 

Sed de ti y aborrezco mis ojos:

patria del hombre

roble muerto,

otoño.

Hogar de arcilla en los vestigios de la fe.

 

Hace poco, hace siglos.