FrankMx

Novenario.

Día uno...
El cielo cae a pedazos igual que el corazón,
todo se ve oscuro, la penumbra es total,
la vista no llega más allá de la nariz,
escenario cruel y frío, de tendencia fatal.

Día dos...
Sentirse abatido, sentirse morir,
no existe voluntad ni ganas de nada,
no hay fe, ni motivo de existir,
segundo a segundo el alma desgarrada.

Día tres...
Delirio, quimeras que asesinan el alma,
pensamientos que son como sal a la herida,
dolor descomunal nada lo calma
laberintos mentales extensos sin salida.

Día cuatro...
El río de lagrimas sigue desbocando en ese mar,
ese donde la vida es solo un sueño,
donde ilusiones y esperanza se fueron a ahogar,
a la orilla del cual el miedo es tu único dueño.

Día cinco...
A lo lejos se vislumbró un poco de luz,
aunque más que ayudar lastima,
el alma cayo tres veces cargando la cruz,
postrada en el suelo, nada la reanima.

Día seis...
Indicios de vitalidad aparecen de la nada,
aunque mínima aun para esta carga tan pesada,
ese fantasma que acosaba esta de espalda,
veo que se marcha ha encontrado otra morada.

Día siete...
Clarece de apoco como mañana temprana,
el lastre lo aligero su marcha,
voló a un rumbo nuevo llevando su palabra vana,
amar fue ficción, mentira que mancha.

Día ocho...
Despierto y estas lejos de mi falsedad mundana,
tormenta y marea no hay, todo esta en calma,
la esencia del ser regresa lenta y llana,
su ausencia un placer, el alma sana.

Día nueve...
¿Quién eras tú? hoy un vago recuerdo,
el río de sal se seco, llorar más no puedo,
motivo no hay más, no existes flagelo!!
nueve días nada más! se le llora a un muerto.

(FrankMx)