rosi12

Un alto en el camino

En su cuartucho, se sentía, una princesa, alejada del mundo de las cosas banales, que hasta entonces la habían circundado.Aprendió que el valor estaba en las pequeñas cosas y no fue que lo dijera como otras veces, sino esta vez lo sintió. No quiso ser repetitiva con su misticismo intransigente, se puso su vestido rojo y sus zapatos al tono y salió a la calle, quería ser reina.Princesa se sentía en el cuartito, pero sabía que esa tarde, alguien no se sabe de donde le darían el cetro, con perlas de mar y una vara, no la mágica, precisamente.Alguna que andaba buscando hacía un tiempo, pero no daba con la orma de su zapato. Digamos que su zapato era sencillo, más que alguno que otro se liaba, un poco con el color o quizás que era demasiado largo y fino y no cerraba con los estereotipos.Para ella, era su tamaño y su orma normal, porque era la que ella conocía, no sabía de otra. Nunca intentó modificarla, se dijo, desde muy temprano, el que me quiera, va ser así, tal cual, como era y sino mala suerte.No podría fingir lo que no era. Entonces, quizás allí radicó su problema, que era ser demasiado sincera, y eso por lo general no le gusta a los hombres... Asimismo como no estaba dispuesta a seguir siendo princesa, siguió caminando y alguien le gritó-Reina- y ella siguió a paso firme, sin mirar.Cuando llegó a una esquina, allí estaba sentado, un viejecito, con sus manos arrugadas, abanicándose y se le cayó, ella lo recogió.Se lo pone en la mano, ve que el viejecito, ya no era tan anciano, ni sus ropas tan gastadas.-Ay exclamó--Sí, eres tú- Solo que iba distraída y pensé que eras uno más en el camino y él le respondió-No soy yo quien esperabas y yo infinitamente, sabía que pasarías por aquí. Y se fueron muy juntos, los dos tomados de la mano.Más adelante, ella apoyó su cabeza sobre su hombro y él le tomó la cintura y nunca más se volvieron a separar.