Margarita Isaias

El viaje

 

Del cielo brotaban miles de luces multicores,algunas semejaban enormes mariposas brillantes, que volaban formando extrañas figuras en el firmamento. De pronto, al mismo tiempo que un acorde de la guitarra de John Fogerty ( la canción no la recuerdo ) me hacía vibrar de manera tal que mi cuerpo empezaba a contorsionarse a su ritmo, empezaron a salir en mi espalda,  unas bellas y alucinantes alas que movían mi cuerpo con gran facilidad y empezé a flotar, tocando con mis manos las estrellas de mil colores. Mi cuerpo se confundía entre las luces y el rock suave que escuchaba, ¡ Ah, qué relajante !Fue un momento glorioso, un viaje cósmico que aunque duró poco fue maravilloso. Alguien me llamaba, pero lo escuchaba muy lejano, yo no quería bajar de ese insólito y bello lugar en el que me encontraba. En ocasiones era el océano, que siempre me ha atraído, profundo, frío que calaba a pesar del intenso calor de la habitación. Si, mi viaje fue tendida sobre el piso, braceaba con tremenda energía, finalmente cumplía  uno de mis más grandes sueños..... sumergirme en el mar, formar parte de ese  universo tan lleno de promesas hechas al oído del viento, cómplice de mis alegrías y  lágrimas. No recuerdo momento más feliz en mi vida, que esos minutos, en los que el tiempo bailó la danza del amor con la música, todos mis sentidos explotaban con una algarabía de sonidos, de sabores. Fue un viaje alucinante, inolvidable. insólito, corto pero ¡extremadamente delicioso!