bonifacio

Sexo con Ravel

Definitivamente si

Creo que Ravel lo sintió así

Y no desentonó para nada.

 

Ese oboe que se desenrosca como una serpiente encantada

Va marcando la marcha de los pasos que deben darse armoniosamente

Al desabotonar tu blusa

Sin que haya un exabrupto

Ni una aceleración mal disimulada.

 

Un botón

Otro botón

Y el último

Antes de desatar tu sostén

Que caerá naturalmente

Ante mi vista obnubilada

De encontrarse con la mayor naturalidad

Con los botones de tus pechos que tenderían a desencadenar una marcha forzada

De mi ímpetu hacía el altar de tu gloria

Que me espera tras esta brecha que he vencido

Alterando la ruta programada.

 

Más si luego de alborozar mi boca con los iconos de tus pechos de mieles almibaradas continúo al pie de la letra la proposición que me hace esta melodía que asciende lentamente como a una montaña escarpada

obtendremos el orgasmo que ambos anhelamos y que seguramente imaginó Ravel al inspirarse en esta obra que no es para nada sexual

Es sensual

Consensual

Y sincopada.

 

Si llegásemos a encontrarnos alguna vez

Recuérdame llevar este Cd

Para comprobar lo que te digo

Y este teorema

Hacerlo ley en tu cama mojada.