Mauro Enrique Lopez Z.

Lloraste porque no caí

Porque hablas así de mi mujer que soy un gil,

tal vez soy y lloraste por mí, solo porque no

caí en tus brazos, hoy estaría sufriendo por tí,

por el que tienes, que cosas le haces y lo tienes a

tus pies, lo botas hoy y mañana lo recojes como

anda de boca en boca que es un conejo y él como

se ríe, dice que a tu lado es feliz, yo me alegro

por que no caí, y cuando te encuentro no sabes

que hacer para llegar a mí, y yo desde lejos te miro

y en mí digo, como me libere de esa mujer o Dios me

libró de voz.