Porque hablas así de mi mujer que soy un gil,
tal vez soy y lloraste por mí, solo porque no
caí en tus brazos, hoy estaría sufriendo por tí,
por el que tienes, que cosas le haces y lo tienes a
tus pies, lo botas hoy y mañana lo recojes como
anda de boca en boca que es un conejo y él como
se ríe, dice que a tu lado es feliz, yo me alegro
por que no caí, y cuando te encuentro no sabes
que hacer para llegar a mí, y yo desde lejos te miro
y en mí digo, como me libere de esa mujer o Dios me
libró de voz.