Luisa Arias Soto

QUÉDATE CONMIGO O DÉJAME PARTIR...

 

Desearía abrazarte como un ángel, llenar de paz tus miedos e incertidumbres, enseñarte el cielo con un beso y dejarte descansar entre nubes, disociarte de tu realidad y transportarte a volar conmigo.


¿Te han cortado las alas y temes volver a volar? podría intentar curarlas, cada parte lastimada la llenaría de besos, las caricias te llenarían de éxtasis, tal vez tu mundo sería mejor.


Pero no sé cómo iluminar tus días de sombras si no quieres la lámpara que te estoy ofreciendo, no te vas a quemar en el intento, como piensan muchas aves que ven el sol y se cohíben al volar. No te prometo el cielo al principio, pero hay que tratar alcanzarlo, no es una travesía fácil, también he caído de lo más alto que se pueda llegar, sólo déjame ser quien soy y dejarte ser tú, no quiero cambiarte, solo dejar que llegues a tu potencial más alto conmigo.


Solo te pido una cosa, no te culpes de tu pasado ni me condenes a mí por haber aparecido, no dejes que mis alas crezcan si luego me las vas a cortar, después de todo lo que pasamos o podríamos pasar no me llegues a decir que mi calor no fue suficiente y prefieres seguir solo en tu recorrido, lo que eso significa duele, es profundo, es dejar un agujero tan grande en el alma que su aliento se apaga como un grito en el silencio. Si lo vas a hacer,  si te vas a ir -hazlo ya- no continúes alimentando esta llama, solo vete y déjame caer con todo este peso dentro.