Raul Gonzaga

Fatuo Edén

Cierro mis ojos y yo te miro,

Vuelo a tu encuentro con gran placer;

Beso tus labios, río y suspiro

Casi me siento desfallecer.

 

Tomo tus manos, qué gran delirio,

Siento tu cuerpo de tibia piel,

Surcar tu espalda qué cruel martirio:

Surge la grana y brota la miel.

 

Cuántas delicias, cuánto cariño,

Qué gran momento poder tener

Tu blanco cuerpo, más que el armiño,

Estremecido junto a mi ser.

 

Pero al momento en que al fin consigo

Estar contigo, mi dulce bien,

Raudo despierto, no estás conmigo,

Todo fue el sueño de un fatuo Edén.