Tú el autor de mis silencios, tú el complemento de amor mientras envejezco, tú tan prudente en las noches cuando me abrazas; tú has sido mi sol de cada mañana, la gota perfecta en los días que la lluvia arrasa. Tu piel tersa y cálida cuando me acaricias, mis manos heladas que te llaman, tú siempre a mi lado ya sea invierno o verano, riendo por todo lo vivido en nuestro pasado. Tú la mirada extraña cuando barbaridades te digo del fondo de mi alma; tú eres mi todo, mi grandeza y fracaso, tú vives en cada milímetro de mi ser, tú penetras mi vida con aquella ligereza y no está en mis planes borrarte de mi cabeza. Tú, amor extraordinario para mí siendo tan ordinario, tú, belleza y honestidad, perfecto ensamble para mi sincera verdad, y tú, escape en mis noches de locura, las cuales me hacen amarte sin censura. Tú y yo viviendo a blanco y negro, pues el color en la vida lo llevamos dentro.