Hace mucho que guardé la infancia en mi cajita de recuerdos…pero, mi pluma ha dibujado una ventana, voy abrirla de par en par para que aquella niña respire el aire de antaño, salte por ella y detrás cada uno de sus recuerdos. Se mecerá junto a ellos en el columpio de los sueños, suspendido con las cuerdas de la vida, atadas a la rama del jocote que guardó sus secretos. Allá en el patio de su casita del pasado, florecerán de nuevo los rosales y las demás flores que se ven difusas en el rincón de su memoria, pero escucha el aleteo del verde colibrí que ha venido desde lejos a beber el néctar añejado en la flor de la nostalgia. Volará con él hacia el túnel del tiempo donde veremos un piso convertido en pizarrón, los cofres de las abuelas, tres hermanitos en sus paseos ´por el campo, las tardes de lluvia, la escuela y su mágica campana. También en este recorrido se detendrán en las vacaciones y un cuenta cuentos se desprenderá no del estante de sus libros, sino del viejo corral donde se ordeñaban las vacas que llenó el vaso de nutritivo cariño que llegaba diariamente…a la escuela.
Lissett