Lespier

Casi Casi

Te acercas mirándome a los ojos,

lanzándome señales de antojo,

rápido tus intenciones yo recojo,

y entre mis brazos yo te acojo.

 

Con mis manos muevo tu melena

para apreciar tu cara serena,

esa belleza que me enajena

y me deja en esta rica condena.

 

Después de esos labios ricos besar,

necesito mi deseo saciar,

así que tengo que continuar

y tu cuerpo comienzo a acariciar.

 

Te entregas en total complicidad,

dejando ser la espontaneidad

quien creé una dulce entidad

con toda nuestra naturalidad.

 

Nuestra ropa va a parar al suelo,

nosotros en la cama, serenos,

mientras siento sobre mi tus senos,

pidiéndome deseos obscenos,

estamos envueltos, ya sin frenos.

 

Me suspiras ricas groserías

que cosquillean mis endorfinas,

cuando suena una alarma impía,

y termina el sueño que tenía.