Donaciano Bueno

El tabernero

Andando va el tabernero
paso a pasito el camino
soñando con la cantina.
Mientras camina y camina
en su frente se adivina
que va contando el dinero
que amasará con el vino
que comprará al bodeguero.

 

Tiene el semblante divino
del que despierta temprano,
la mente siempre despierta,
el corazón siempre alerta
y la vida entre las manos.

 

Tabernero en tu sendero,
de sueños y de esperanzas,
se cruzarán las andanzas
de muchos otros arrieros.

 

No desistas, tabernero,
sigue tu camino y piensa
-un grano no hace granero
pero ayuda al compañero-
que al final, la recompensa
a tu entorno ha de llegar.

 

Que tu esfuerzo y tus sudores
aplacarán los temores
y cual vino en la barrica
hará tu vida más rica
y más féliz a tu hogar.