¿Es que no tienes piedad?
Me abandonas, desapareces, te alejas...
no puedo creer lo que estoy viviendo,
ante tu ausencia.
¿Tan grande ha sido mi ofensa?
Si ha sido así, te pido perdón...
¿sabes perdonar?
Dios ya nos ha perdonado.
Toma un ejemplo de Él, tú...y yo.
Perdonar es divino.
De todos modos, no he cometido un crimen.
He dicho lo que he sentido,
y tú me envías un mensaje en mi celular...
hubieses tenido la valentía de hablarme...
claro, tú eres muda,
una mujer silenciosa,
cuando quieres serlo.
Y pensar que los escenarios de los teatros,
vibraban ante tu voz, aplaudiendo tu talento de actriz...
no seas tan injusta conmigo.
Si no te he acompañado
en tu actual obra,
es porque no me siento bien de salud.
Al menos, hubieses podido tener la cortesía
de preguntarme cómo me encuentro.
A punto de morir, mal, regular, más o menos, bien...
nada me preguntas... al menos para darme
la gran satisfacción de que bien me recuerdas...
no tienes motivo justificado para que sea
todo lo contrario...
como me lo das a entender...
deja tu orgullo a un lado.
Si te he faltado en mis palabras, perdóname...
no sólo tú te exasperas,
tienes tu carácter, y yo el mío.
Te conozco, y me conoces.
¿por qué me abandonas, así?...
Es increíble tu actitud.
No se justifica de ninguna manera
tu proceder.
No te hagas la diva conmigo,
hazlo con tus fans...
ellos te aman como a una estrella,
yo te amo como a una mujer con sentimientos...
al menos, los tenías... ¿y ahora?...
¿qué es lo que pasa en tu corazón?
¿me abandonas porque ya no me amas?
No voy a rogarte amor si no lo sientes,
es más... si es así, sólo dímelo,
y sabré comprenderte...
quisiera que tú me comprendas a mí.
Siempre lo has hecho.
¿Te has enamorado de otro? Dímelo.
Sabes que para mí es muy importante actuar,
pero en este momento debo pensar
solamente en mi salud, ponerme bien...
para después seguir actuando.
Amo la actuación, pero también amo mi cuerpo.
Quiero estar totalmente bien,
y después he de darle tiempo
a mi presencia en el escenario.
Sin él no podría seguir viviendo,
y sin buena salud, tampoco.
Esto es lo que quiero comprendas.
¿tanto te cuesta aceptar la realidad?
No vuelvas a mandarme mensajes.
Habla conmigo directamente.
No eres una mujer cobarde.
No te comportes como tal.
Adelante con tu valentía de mujer.
Divismo, a un lado, demuéstrame la mujer que eres, realmente...
Todos los derechos reservados del autor (Hugo Emilio Ocanto)¿ - 26/07/2013)
Continuará