Bernardo Bosquez Minjares

La propuesta.



El la miro a los ojos, y sus ojos se encontraron tan cerca que el amor se aspiraba en el ambiente , el la tomo de la cintura, y ella se sonrojo tanto, que si no lo hubiese visto con mis propios ojos, no podría contarlo, el le decía palabras dulces al oído, y estas eran tan dulces que las palabras de sus labios la incitaron a besadlo.
El era todo un caballero con ella, y ella ni mas ni menos que una dama, que mas podía merecer si no es la tierra a sus pies. 
El soplar del viento hizo estragos en sus cabellos que desprendían un aroma, un aroma, que aun me es tan dulce al recuerdo.
Una sonrisa que explicaba mil cosas, unos ojos que no tenían igual, cuan bello era. cuan bello fue, aun tanto que quisiera pintarlo en un lienzo, y resaltar a detalle tu belleza en cada pincelada, no me preguntes de donde saco las palabras que tus oídos escuchan y mejor pon atención a lo que mi corazón dice, y en cada latido te pide que te des cuenta de este amor, amor que por si solo habla, que por si solo se desnuda en cuerpo y alma, no hay mas que lo que admiran tus ojos, y todo es tan real como tu y yo, ahora, aquí.
Entonces el la abrazo, y le pidió que lo amara por siempre, ella se sobrecogió por la brisa del aire y se quedo muda por unos segundos, el tomo el anillo de su bolsillo y se lo mostró, a ella le faltaba tanto la respiración, que palideció, y la respuesta quedo en el aire, por que el amor, se derramo en gotas, gotas de lluvia, que aun debajo de aquel amor incesante que se sentía, el arco iris brillo, y el amor....
se consumo.